Fernando Murillo Flores[1]
Hija: Sé que tarde
o temprano ingresarás al ciberespacio, sé que tu embrionario correo electrónico
crecerá y también sé que luego tendrás una cuenta que te permitirá ingresar a
las denominadas redes sociales; lo sé Sofía y cuando ingreses a ella espero que
en tu familia te hayamos logrado educar por completo, que tengas una
personalidad a prueba de todo y que tu temperamento esté lo suficientemente
templado para que hagas de esos instrumentos, eso, instrumentos en tu vida y no
que tú lo seas de ellos, ni que te sometan o sometas a través de ellos.
Nunca olvides que
todo aquello que el hombre ha creado es una extensión de sí mismo: el
microscopio extiende su posibilidad de ver lo pequeño; los binoculares su posibilidad
de ver lo lejano; los equipos de audio, potencializar su voz, su canto, su
música; los audífonos, su capacidad de escuchar; el teléfono, acercar al otro
en su necesidad de comunicarse con él, las variables de éste: el celular, el
correo electrónico, el twitter, el facebook, todo esto optimiza la necesidad
humana de comunicarse con el otro y los otros.
Si todo ello lo
manejas bien, habrás logrado instrumentalizar esos medios; si lo manejas mal,
habrán logrado instrumentalizarte, someterte y dominarte, serás como todos esos
imbéciles que van físicamente a clases o a una conferencia o a una reunión,
presas de esos instrumentos, al pendiente de una tonada, de una vibración, de
un mensaje, de una llamada que termina desenfocándote de tu objetivo inmediato
o mediato – que por cierto los debes tener – o, lo que es peor del respeto a
los otros, sumergiéndote en un falso status, en una falsa imagen de elegancia
que realmente son expresiones de lo huachafo, amén de presumir ser importantes
por utilizar, sin tacto alguno, la pantalla táctil.
Amor mío, pero,
¿por qué te molesto con este rollo de tío anticuado? En principio dejo en claro
que todos esos instrumentos de optimización de la información y comunicación,
son el escenario de tu tiempo, eso está fuera de toda discusión contigo, es más,
tienes todo el derecho a ellos – a Dios gracias te los puedo costear –, pues
además son el medio idóneo para tu instrucción escolar y universitaria en el
futuro, no tu educación, sino instrucción. Tu educación, buena, mala o fea, ha
sido responsabilidad de tu padre y madre y en alguna medida de tus otros dos
padres, tus hermanos Javier y Franco, amén de tus abuelos y tus tías.
Lee esta noticia
hija mía: “La
aglomeración alrededor del cuerpo convaleciente de Fabiane Maria de Jesus, de
33 años y madre de dos hijas, podía verse en los diferentes vídeos colgados en
Internet el pasado sábado. A Fabiane la lincharon hasta la muerte porque una
página en Facebook había subido un retrato
robot de una mujer que supuestamente hacía magia negra y estaba secuestrando
niños en Guarujá, una localidad del litoral de São Paulo. La comunidad de
Morrinhos, barrio periférico de la ciudad, vio el retrato en Internet y lo
asoció a Fabiane Maria. El rumor se propagó y, el sábado, cuando Fabiane
llegaba a su casa, fue atacada, amarrada y golpeada durante más de dos horas.
La víctima no se sobrepuso de las heridas y murió el lunes.”[2]
Ves como toda una
multitud se sometió a uno de esos instrumentos y terminó matando – fuera de
toda razón (léase imbéciles) – a una mujer, madre de hijos, por el solo hecho
que la figura puesta en la red, se parecía al rostro de la pobre mujer. Mira
cómo una persona puede ser atacada por esos medios, su intimidad puesta en boca
de todos por esos medios y, lo que es peor – cosa que no debes hacer jamás –
sobre exponerse mediante esos medios, poniendo fotos, por ejemplo, de momentos
que muy bien pertenecen al ámbito privado de una persona.
En algún tiempo
atrás un insulto, un altercado o intercambio de palabras no pasaba de ser un
incidente que muy bien quedaba en el ámbito privado de sus protagonistas. Hoy,
a diferencia de antes, esos mismos hechos se ponen de relieve público a nivel
global de una manera sorprendente. Te imaginas si cuando nuestro Nobel Vargas
Llosa le propinó el golpe al Nobel García Márquez (1976), hubiese habido el
Twitter o el Facebook, de seguro el incidente se hubiese propalado cual reguero
de pólvora a nivel mundial y la aldea global se hubiese visto sumergida en
dimes y diretes, pero esos medios no existían, por tanto, no paso de un
incidente célebre por cierto y ahora un hecho histórico, ¿cuál fue el motivo la
razón del derechazo? No lo sabemos, uno de los que podría haber contado el por
qué ya murió, y el otro que vive ha dicho que así como el colombiano se llevó
el secreto a la tumba, él hará lo propio. Ves de allí no pasa.
Pero hoy pasa algo
en la vida de alguien, por más nimio que sea el hecho, y zas, en un instante ya
está en la red y en boca de todos. En el colegio, en la universidad, en el
trabajo, lo más pequeño y lo más mínimo se hace una bola inmensa y fuera de
control cuando se “cuelga” la noticia, la foto, el comentario etc. Así, la
intimidad que por si acaso hija es un derecho que tiene toda persona, es
arrasada por mano propia, es decir, si uno mismo no pone la muralla que protege
su intimidad y por el contrario la tira abajo, luego que no se queje.
Sueño para ti que
tengas amigas que te hablen en persona, cara a cara, de frente y en persona;
amigas que aguarden decirte las cosas con calma, que te abracen, te tomen de la
mano y generes lazos humanos con ellas; sueño con que tus amigos te hagan
sonreír, sonrojar, ruborizar o “asar” en persona y que no lo hagas frente a una
pantalla táctil ante un mensaje, sino ante una persona; sueño para ti que sepas
lo que es la paciencia, la meditación, el pensar pausadamente cuando debas
expresar un sentimiento.
Bueno hija… “el
viento arrecia”, cuida tu barco, extiende o recoge las velas cuando sea
preciso, disfruta el sol, la lluvia, siente el calor y el frio, contempla la
luna; aliméntate de lo básico y elemental, vístete siempre a tu gusto, camina
de frente, domina el escenario, toma un libro y siente el olor a papel y tinta,
debes aprender algo que para mí fue cotidiano, la paciencia de saber que el
mundo no es un click a través del mouse; llámame por el cel cuando sea oportuno
y preciso, cuando tengas que decirme que me deseas escuchar; contáctame por el
skype cuando me desees ver; envíame un mail cuando debas decirme algo
importante, como “te amo” y “extraño”, por ejemplo. Pero sobre todo ahora que
aun estamos juntos, abrázame, bésame, dime al oído que me quieres y veamos el
mundo – hasta donde nos sea posible – juntos y en la misma dirección. Nos
hablamos Sofi, ten prendido el cel, pero si estas haciendo algo importante para
ti, no me contestes, lo entenderé, te llamo o me llamas luego. ¿Ok?