Hay libros perdidos,
en nuestra memoria,
en nuestros estantes,
y en manos extrañas.
¿No?
Hay palabras perdidas,
en los ecos de nuestro silencio
en los oídos sordos,
en los oídos atentos,
en el corazón de alguien.
¿No?
Hay signos,
en las huellas de nuestros pasos,
en los caminos,
en nuestros cuerpos,
en nuestros lugares.
¿No?