martes, 12 de octubre de 2021

El pueblo


Fernando Murillo Flores


De un tiempo a esta parte y de manera constante se pronuncia la palabra pueblo para justificar algunas acciones políticas en su nombre o, cuando menos, para expresar que se toman o tomarán decisiones de gobierno en su nombre.

Una de las formas de comprender lo que significa pueblo, es tomando nota de lo que implica como conjunto. Así, el pueblo puede ser definido por el conjunto de personas que habitan en el territorio de un país, aunque también podría hacerse extensivo el concepto a aquellas personas que habiendo nacido en ese territorio no están en él por distintas razones, como actualmente sucede con los venezolanos y en el pasado más remoto con el pueblo judío hasta la fundación del Estado de Israel.

Al año 2020, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población del Perú era de 32´625,948 de peruanos. Es decir, el pueblo del Perú, como conjunto, tiene esa cantidad de personas. Quien gobierne el país lo debería saber.

En las elecciones generales presidenciales del 2021, de acuerdo a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), en esos comicios debían votar un total de 25´287,954 peruanos, como electores hábiles. Sin embargo, ello no fue así.

En la denominada “segunda vuelta” electoral, se elige al presidente del Perú entre los dos candidatos que en primera vuelta hayan obtenido el primero y segundo lugares. En la segunda vuelta electoral, este año, acudieron a votar 18´856,802 peruanos, esto significa que 6´431,152 peruanos no acudieron a votar.

De esos 18´856,802 de peruanos que acudieron a votar, 121,489 lo hicieron en blanco, lo que equivale a decir, que no expresaron voluntad alguna para efectos de la elección; 1´106,816 de peruanos, al votar, lo hicieron anulando su voto infringiendo las disposiciones para la emisión de un voto válido.

Lo anterior nos deja con un universo de 17´628,497 de peruanos que sí emitieron un voto válido, expresando su voluntad de votar por uno u otro candidato, arrojando el siguiente resultado, entre los candidatos presidenciales:

Pedro Castillo Terrones:     8´836,380

-       Keiko Fujimori Higuchi:       8´792,117

La diferencia de votos entre uno y otro candidato fue de 44,263; para tener una idea volumétrica de esa cantidad de peruanos, debemos decir que la capacidad del estadio nacional (Lima), es de 50,000 personas. Esa diferencia de personas cabe, de sobra, en dicho escenario deportivo.

¿Cuál es la razón de esta reseña numérica de las elecciones presidenciales de este año 2021?

Constantemente el presidente electo, las pocas veces que habla, generalmente en discursos o monólogos, invoca al pueblo como aquél que lo eligió y en nombre del que sus acciones de gobierno tendrían alguna razón de ser. Algunos de los congresistas del grupo parlamentario del partido de gobierno y el líder de éste, hacen alusión al pueblo como aquél al que no deben traicionar.

Un común denominador de esas alusiones al pueblo, va acompañada de la frase “la mayoría” o “las mayorías”. Veamos si ese “pueblo”, si esa “mayoría” o “mayorías” que tanto invoca el presidente en funciones y su partido es tal.

 

Población del Perú

32´625,948

100.00%

 

 

Electores hábiles

25´287,954

77.50%

100.00%

 

Peruanos que no votaron

6´431,152

19.71%

25.43%

 

Peruanos que votaron

18’856,802

57.79%

74.56%

100.00%

Votos blancos

121,489

0.37%

0.48%

0.64%

Votos nulos

1´106,816

3.39%

4.37%

5.86%

Votos a favor de Fujimori

8´792,117

26.94%

34.76%

46.62%

Votos a favor de Castillo

8´836,380

27.08%

34.94%

46.86%

 

De acuerdo a la Real Academia Española, el pueblo es el “Conjunto de personas de un lugar, región o país.” y, como ya lo mencionamos, el pueblo peruano al 2020 era de 32’625,948 habitantes (100%), de ese total de peruanos, el actual presidente fue electo por 8’836,380 peruanos (27.08%) y este porcentaje dista mucho del 50% del pueblo y no es una mayoría.

Del conjunto de peruanos que votaron, que fue 18’856,802 (100%), 8´836,380 peruanos (46.86%) votaron por elegir al presidente actual, lo que significa – debe tenerse en cuenta – que 10’020,422 peruanos (53.08%) no votaron por él, ya sea porque votaron por la candidata Fujimori Higuchi, no expresaron voluntad alguna o, al viciar el voto le mostraron su rechazo, conjuntamente que a la otra candidata o a los dos en general. Al igual que lo anterior, ese porcentaje (46.86%) que no es más del 50% del pueblo que acudió a votar y lo hizo por el presidente actual, está lejos de ser el pueblo y no es una mayoría.

En consecuencia, ya sea respecto al total del pueblo o respecto al total del pueblo que fue a votar, el número de peruanos que votaron por el presidente actual, no es más del 50% en cada caso. En ese sentido, ese porcentaje de los peruanos: 27.08% del 100% del pueblo y 46.86% del pueblo que fue a votar, no es el pueblo y no es la mayoría, en ningún caso.

Si un presidente invoca la palabra pueblo, sabiendo y estando consciente de lo explicado, debe saber que menos del 50% del pueblo, no es el pueblo y mucho menos la mayoría del pueblo. Es más, hablar así, implica ignorar al otro 50% del pueblo que no voto por él, vició su voto contra él, vició su voto en contra de él y la otra candidata o sencillamente rechazándolo todo, incluido a él.

Un presidente, que se supone es un hombre de Estado, toma decisiones para el pueblo en su conjunto, para el bienestar de todos los ciudadanos del Estado que gobierna. Si, por el contrario, se nombra ilusamente al pueblo o a las mayorías, para la toma de decisiones sólo en función de quienes votaron por él o pensando que ésas beneficiarán a quienes no votaron por él, terminará muy mal de cara al futuro. 

Que el actual presidente haya sido elegido por 8´836,380 votos, de un total de 18’856,802 de peruanos que fueron a votar, respecto a un total de 25´287,954 peruanos que debieron ir a votar, nos da una idea que ello tampoco respalda la intención de realizar una asamblea constituyente en nombre del pueblo, y demuestra además que no existe ningún momento constituyente.

Los líderes de un pueblo, cuando realmente lo son, se comunican permanentemente con él y éste necesita escucharlos, si bien no en todo momento, cuando sea realmente necesario, y cuando el líder le habla al pueblo no le debe mentir ni expresar incoherencias.

Jorge VI, otrora Rey de Inglaterra y padre de la actual reina, era tartamudo y no podía hablar en público, pero necesitaba hacerlo sobre todo cuando el pueblo de Inglaterra necesitaba escucharlo en la encrucijada de afirmarse ante la Alemania Nazi, durante la II Guerra Mundial. ¿Qué hizo? Bueno, aprendió a dominar su miedo y se sobrepuso a su limitación y el pueblo de Inglaterra lo escuchó firme. Este episodio puede verse en la película “El discurso del Rey”.

El silencio, para un líder, es como arena movediza, cada día que pase éste en silencio o cada vez que hable cometa errores o exprese incoherencias, se irá hundiendo más sin ni siquiera moverse, hasta desaparecer.

En esa arena movediza, luego de dos meses de gobierno, muchos de los peruanos, sin importar la razón por la que votaron por el actual presidente, ven su hundimiento; dudo que esos 8´836,380 peruanos que eligieron al actual presidente, siga siendo ese número, pero en ningún caso es el pueblo o la mayoría. Nunca lo fue.

Pero creo que lo más grave es que el actual gobierno se sabe minoría frente al pueblo del Perú con los 8’836,38 de peruanos que votaron por él, frente al universo de peruanos hábiles para votar (25´287,954) y frente al universo de peruanos que finalmente fueron a votar (18’856,802), y es por ello que se quiere valer del poder para imponer una convocatoria a una asamblea constituyente, desde la que se instaure una institucionalidad proclive a un gobierno de una minoría sobre la mayoría. En este caso los números no mienten.